Ya no soy el que fui
No soy el mismo, soy otro, una vez más otro, no me veo igual no siento lo mismo ni pienso lo que ese otro que fui so ñ aba. He desandado calles y ciudades, conocido y amado mujeres, las he nombrado en mis poemas o en mi sonrisa alguna tarde de otoño en que me sentí vulnerable a la belleza de una mujer que me miró como si en ello le fuera la vida. Nadé el Caribe, el Mar Rojo, el Atlántico y el Pacífico y me asoleé en una playa del Índico donde sus habitantes soñaban en portugués. He cambiado tantas veces de piel y de sentir la tristeza de la soledad y la incertidumbre de la vida como las sombras que me siguen desde siempre cuando me alejo de otro yo que ya no es mío. Ya no soy el que se enamoró de una mujer que escribía besos llenos de promesas en mi espalda y que yo juré amar para siempre y los dos un día al vernos de nuevo por un instante sentimos la dicha de esos lejanos recuerdos que aún caminan soli